Cómo mejorar tu postura corporal en las interacciones sociales



Además del lenguaje verbal, para una comunicación efectiva es imprescindible el manejo de una correcta postura corporal.

Nuestra postura corporal, parte del conjunto del lenguaje no verbal que emitimos, refleja en gran medida nuestra actitud hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Según la categorización del profesor Albert Mehrabian, la postura corporal puede ser de acercamiento (cuerpo inclinado hacia delante), contracción (hombros bajos, cabeza gacha), retirada (el cuerpo retrocede o se gira hacia otro lado) y expansión (pecho henchido, cabeza alta, cuerpo erguido). Cada una de estas posturas, que a su vez incluyen numerosos gestos, indican una actitud diferente, a saber:


◾La postura de acercamiento expresa interés por lo que la otra persona está diciendo
◾La postura de contracción indica un estado depresivo y de abatimiento
◾La postura de retirada indica rechazo o desinterés
◾La postura de expansión indica gran seguridad en si mismo o arrogancia



Como podéis comprobar en cualquier momento, la postura dice mucho de nosotros y de la impresión que causamos en los demás. Para mejorar la imagen que proyectamos en los demás es recomendable corregir nuestra postura en las interacciones sociales. Podemos hacerlo de la siguiente manera:

  • Adoptar una posición frontal: la posición frontal indica nuestro interés por que la otra persona nos escuche.
  • Mantener la cabeza alta: la cabeza hacia abajo indica entre otras cosas actitud negativa, suspicaz o desaprobatoria.
  • Evitar el cruce de brazos: el cruce de brazos puede trasmitir una actitud cerrada ante la otra persona, por lo que estamos creando una barrera inconsciente entre los interlocutores.
  • Elevar los hombros: los hombros elevados indican una actitud enérgica y confiada en una mismo.
  • Postura erguida: la postura erguida nos hace parecer alguien seguro y digno de confianza, del mismo modo que alguien encorvado transmite timidez, abatimiento, aburrimiento o baja autoestima.
  • Inclinar la cabeza ligeramente hacia delante: una ligera inclinación hacia delante denota interés por lo que la otra persona está diciendo.
  • Mantener las piernas ligeramente abiertas.
Es recomendable practicar las posturas corporales ante un espejo hasta conseguir realizarlas con naturalidad.

No podemos intervenir ni mejorar la postura corporal de una persona sin tener en consideración la proxémica. La proxémica es un término creado por el antropólogo estadounidense Edward T. Hall en 1963 para describir las distancias entre las personas mientras éstas interactúan entre sí. En otras palabras, es el espacio y la distancia que guardamos las personas al comunicarnos verbalmente. Obviamente, las distancias socialmente aceptadas varían en función de cada cultura, del contexto en el que nos encontremos y del grado de intimidad que tenemos con la persona con la que hablamos.

Si nos acercamos demasiado a una persona que acabamos de conocer, esta se sentirá incómoda al sentir invadido su espacio personal. Igualmente violento será alejarnos demasiado de nuestro interlocutor, ya que al superar la denominada distancia social, estaremos provocando una actitud negativa. En determinados contextos (por ejemplo, en un autobús lleno de gente), es aceptado reducir la distancia social. En las grandes urbes muy pobladas es normal que la gente camine y se relacione de manera mucho más próxima, por eso los habitantes de zonas rurales están acostumbrados a un espacio personal mucho mayor.

Según Hall, existen cuatro tipos principales de distancias
  • Distancia íntima: entre 15 y 45 centímetros. Es la que se da con las personas con las que tenemos mucha confianza y relaciones estrechas (amigos, familia, pareja…).
  • Distancia personal: entre 46 y 120 centímetros. Es la distancia correcta a mantener con personas conocidas pero no íntimas, como vecinos, compañeros de trabajo o de clase.
  • Distancia social: entre 120 y 360 centímetros. Es la distancia que tenemos que mantener con personas que no conocemos, como alguien que acaban de presentarnos o el dependiente de una tienda, por ejemplo.
  • Distancia pública: más de 360 centímetros (12 pies). Es la distancia en lugares públicos (hospitales, parques, etc).

Mantener nuestras interacciones en la distancia correcta en casa situación mejorará sensiblemente nuestras habilidades sociales y comunicativas.

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